Fotos: Museo del Ferrocarril de Los Altos

 

 

Los fenómenos climáticos que han caracterizado a la región provocaron la destrucción de dos vías el 19 de septiembre de 1933, con lo cual el sueño visionario de los quetzaltecos se apagó.

La bocina de la locomotora blanca y las pequeñas campanas que sonaban insistentemente anunciaron la entrada a la ciudad de Quetzaltenango del primer tren eléctrico de Latinoamérica, la mañana del 30 de marzo de 1930.

Varias de las estructuras del Ferrocarril de Los Altos aún existen; una de ellas es la estación central donde funcionó hasta hace unos años la Zona Militar 17-15.

Los 45 kilómetros de línea férrea iban sobre puentes, pendientes y atravesaban túneles.

La venta de más de diez millones de licor en todo el país, en 25 meses, dejó poco más de 30 millones de pesos en impuesto que sirvieron para la construcción del Ferrocarril Nacional de Los Altos.

El primer viaje entre San Felipe y Quetzaltenango llegó a esta ciudad la mañana del 30 de marzo de 1930.

 

 

 

 

 

 

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